El desayuno era delicioso y ofrecía muchas opciones frescas.

La habitación era extremadamente pequeña, no había espacio ni para abrir las maletas cómodamente. Además, el sistema de ascensores era insuficiente, teniendo solo dos para tantas habitaciones, lo que generaba largas esperas. Fue frustrante que la ducha inundara el suelo cada vez que me duchaba, ya que la cortina no llegaba al suelo.

1) Desayuno excepcional
2) Habitación cómoda
3) Ubicación central

1) Ruido exterior
2) Tamaño reducido
3) Ascensores insuficientes

céntrico, cálido, delicioso

La ubicación es simplemente perfecta! A pocos minutos de todo lo que quería explorar, lo que hizo que cada paseo fuera un placer. Además, el desayuno era una delicia absoluta, con opciones frescas y sabrosas como salmón ahumado y jugos naturales. La habitación era cómoda y acogedora, perfecta para descansar tras un día lleno de aventuras.

recomendado 😊❤️

Solicita una habitación con vista al exterior, ya que algunas dan a un patio interior ruidoso con aires acondicionados.

El desayuno ofrece una variedad excepcional, con opciones frescas y sabrosas que llenan de energía para el día.

Los ascensores son claramente insuficientes, resultando en largas esperas para subir y bajar.

una base perfecta para explorar los tesoros de bergen

tuve una estancia increíble en un hotel que se encuentra a menos de 10 minutos a pie del famoso Mercado de Pescados y a solo un corto paseo de la impresionante iglesia de Santa María, lo que hizo que mis paseos por la ciudad fueran un auténtico placer, además, el desayuno era una delicia absoluta, ofreciéndome diversas opciones frescas que me llenaban de energía para mis exploraciones diarias.

La ubicación del hotel es perfecta, a pocos pasos del puerto y del mercado de pescado. La habitación, aunque algo anticuada, era espaciosa y tenía un buen armario. Sin embargo, el baño iba inundándose con cada ducha por la cortina corta. Los ascensores eran insuficientes para la cantidad de huéspedes, lo que resultaba frustrante en horas pico. Pero el desayuno es, sin duda, lo mejor, con una asombrosa variedad de opciones como salmón ahumado, menos mal que me llenaba de energía para el día.

100% recomendable for pasear por ahí

Cómodo hotel, excelente desayuno, a solo cinco minutos caminando del puerto y del mercado de pescado que son imperdibles.

Todo ha sido de primera.

Desayuno excepcional y variado.

Estuve en el corazón de la ciudad, donde el personal fue increíble, especialmente Daniel, que estaba siempre disponible para charlar y me dio muchos consejos sobre Bergen. Además, me encantó el desayuno, con opciones como el pan y mantequilla de maní. Unas noches memorables.

La limpieza podría mejorar, ya que un día noté que no se barría bien. Además, el espacio en la habitación era algo reducido.

las habitaciones son un poco pequeñas y los ascensores son insuficientes en horas pico. pero el desayuno tiene una variedad increíble de opciones, el personal es muy simpático, y la ubicación es perfecta para explorar la ciudad.

La habitación en la que estuve, Standard Family Room, era bastante amplia, lo que me sorprendió para lo que suelen ofrecer otros hoteles. Sin embargo, la limpieza dejó algo que desear. la señora que se encargaba de ello no se tomó el tiempo suficiente. Solo sacó la basura y estiró el edredón, lo cual no fue suficiente. La ubicación del hotel es excelente, a solo 10 minutos del mercado de pescado y bien conectado con el transporte público. El desayuno fue un verdadero lujo. Había una gran variedad, salmón, yogures, panes frescos, y mucha fruta. Me encantó poder disfrutar de tanto en un solo lugar. En cuanto a las instalaciones, el comedor parecía un poco pequeño para la cantidad de huéspedes, lo que resultaba incómodo en horas pico. A veces había que esperar para encontrar un lugar donde sentarse. Por otro lado, la atención en recepción fue muy buena y el personal estaba siempre dispuesto a ayudar. En general, disfruté mi estancia, pero algunos detalles deberían mejorarse.

Qué delicia! Probé los platos en Samrabthai Restaurant, un sitio a solo 0.3 km del hotel, y me encantó la explosión de sabores. El curry tailandés estuvo para morirse. Además, el desayuno del hotel, lleno de frescura y opciones deliciosas, fue un verdadero festín para empezar el día. destaca el personal de recepción, muy atento y listo para ayudarte en lo que necesites.

Aunque el personal intentó hacer lo mejor, mi reserva original era en Scandic Byparken, y me hicieron la movida de cambiarme de hotel por cierre navideño. Un par de kilómetros más lejos no arruinaron mi experiencia en Bergen, aunque siempre es un bache en la carretera.

El hotel cuenta con un desayuno increíble que te llena de energía, con opciones que van desde salmón ahumado hasta frutas variadas y crepes. Además, su ubicación es excepcional, a solo unos minutos del puerto y del mercado de pescado, facilitando la exploración de la zona.

Sólo hay dos ascensores para tantas habitaciones, lo que puede resultar insuficiente en momentos de mayor afluencia. Las habitaciones son notablemente pequeñas, con apenas espacio para abrir las maletas. La ducha tiene una cortina que no llega al suelo, inundando el baño cada vez que te duchas, y la vista no es la mejor, ya que da a un patio interior con ruido constante de aires acondicionados. Además, las lámparas son escasas y no hay suficiente espacio para cargar dispositivos.